Actualmente, con las redes sociales y las herramientas digitales, han surgido muchos negocios pequeños que han logrado vender y crecer en poco tiempo.
Y si tú estás leyendo esta nota, seguro que es porque eres de ese porcentaje que decidió salir de su zona de confort y meterse a esta gran aventura.
Así como también es seguro que, si el título te atrajo, es porque estás empezando a estancarte o preguntarte ¿qué más puedes hacer?, o ¿qué es lo que sigue?
Empresas como Uber, Didi o Airbnb también pasaron por lo mismo, pero diferente, te explico.
Ellos también fueron pequeños, pero la diferencia con «un emprendedor normal», es que ellos arriesgaron, invirtieron y crecieron. Y con inversión o riesgo, no me refiero sólo a lo económico.
Dentro de los primeros años de crecimiento de una empresa, lo más valioso y lo que define que ésta crezca, es saber armar estrategias. Darle tiempo, esfuerzo y dedicación.
Si tú estás empezando a tener ganancias y en lugar de invertirlas en hacer crecer tu negocio, estás usándolo en darte lujos, es muy probable que estés condenando a tu empresa a estancarse.
Y no es que esté mal disfrutar el dinero que se gana, pero si ya diste el primer paso emprendiendo, llévalo a otro nivel.
Ahora que, si estás pensando que tu negocio «no es capaz» de volverse el mejor de su mercado, es porque no crees en él, y si es así, entonces es mejor que no sigas leyendo esto.
Pero si es todo lo contrario, ¡vamos a empezar!
Las preguntas que debes hacerte como emprendedor, o futuro emprendedor son:
- ¿Para qué quiero ser emprendedor?
- ¿A dónde quiero llegar con mi negocio?
- ¿Estoy dispuesta o dispuesto a invertir tiempo, dinero, esfuerzo y dedicación?
- ¿Las ganancias son para mí, o para mi empresa?
- ¿Mi empresa es momentánea, o es un plan a futuro?
Aunque no lo creas, estas preguntas son importantes y te ayudan, o te evitan futuros dolores de cabeza.
Veamos este ejemplo:
Ricardo trabajó por años en el negocio de su compadre haciendo carnitas, y sólo él sabía cómo prepararlas. Sin embargo, decidió enseñarle a sus 2 hijos; Alejandro y Pedro, su fórmula secreta.
Cuando Ricardo falleció, su compadre les ofreció trabajar en el lugar de su padre preparando las carnitas. A lo cuál Alejandro decidió que era mejor empezar su propio negocio y Pedro aceptó la oferta de sólo preparar las carnitas.
Antes de tomar su decisión, tanto Alejandro como Pedro, analizaron y se plantearon esas preguntas y se basaron en sus metas y objetivos.
Aquí nos despedimos, pero cuéntanos: ¿con quién te identificas más, con Alejandro o con Pedro?
Nos leemos pronto.