Seguramente a lo largo de tu vida, alguna vez escuchaste hablar sobre “Blackberry”, “Kodak”, “Blockbuster”, “Nokia”, ¿cierto?
Y si tu respuesta es: “Ah pues claro, hasta usé algún producto de ellos.
La realidad es que sí, al menos alguno de nosotros, compró un producto, o escuchamos que era lo que hacían. Y tal vez ahora te preguntarás: “¿Eso qué tiene que ver con mi negocio?”
La respuesta es: ¡MUCHO!
Aunque estas marcas siguen siendo reconocidas, en nuestro presente ya no están activas en el mercado, y si tú crees que no puedes comparar tu negocio con esas industrias, puede que te estés equivocado.
Y antes que digas: ¿Pero, cómo?
Analicemos lo siguiente:
Si esas empresas que llevaban años siendo “GRANDES”, fracasaron; ¿quién dice que a ti, que tienes un negocio mediano, o estás arrancando, no te puede pasar igual?
Emprender, es de las cosas más difíciles que hay, y llevar a la ruina a un negocio, es de las cosas más fáciles que existen.
¿Quién lo diría, no?, ¡Vaya paradoja!
Pero, ¿cómo puedes hacer que tu negocio no tenga el mismo destino de aquellas empresas?
Muy sencillo: No te conviertas en lo que juraste destruir.
Hay que aceptar que todos, cuando iniciamos en este camino del emprendimiento, tenemos ideas frescas, queremos innovar, buscamos el “diferenciador” de nuestro negocio en el mercado. Y con el paso del tiempo, cuando ya tenemos clientes, nos vamos olvidando de seguir dando valor, de hacer una buena labor de venta, y sólo nos concentramos en generar MÁS y más dinero.
Se puede decir que es normal perder el piso y aferrarnos a ideas que no sirven, a querer hacer lo que los demás hacen, sólo porque a ellos aparentemente “les funciona”.
Para que un negocio tenga buena marcha, además de tener en cuenta unas buenas finanzas, una buena administración, un buen clima organizacional y un buen marketing. También se le debe dar enfoque a ¿cómo te estás vendiendo hacia tu público objetivo?, eso es, y debe ser SIEMPRE, la razón que destaque a tu empresa.
¿Quieres que todos te compren rápido?
¿Quieres que todos vean lo bueno que es tu producto y/o servicio?
¿Quieres que todos al vernos digan: ¡Qué increíble está esto, lo necesito, quiero comprarlo!?
Sí, ¡Por supuesto que todos lo queremos!
Pero eso no lo vas a lograr replicando las fórmulas fáciles que te venden en internet. Jamás vas a ser diferente, si haces lo que todos los demás están haciendo.
Empieza por pensar: ¿Qué es lo que quieres vender, y cómo lo estás haciendo?, ¿Qué tan buena es tu relación con las ventas, y cómo lo reflejas en tu negocio?
Y si en estos momentos estás pensando: “No, pero yo no me dedico a las ventas”.
Desde ahí ya te estás aferrando a ideas que estarán llevando al fracaso a tu negocio.
Lo primero es entender que TODOS estamos vendiendo algo, seamos empresarios o emprendedores, al final somos vendedores y entre más rápido lo aceptes, mucho más rápido comprenderás cómo se comportan tus clientes, qué es lo que buscan, y por lo tanto, sabrás cómo venderles.
¿Has escuchado que Starbucks no vende café, sino que venden “status”?
Esa es la frase más trillada, pero es completamente cierta.
Así que, para ser un buen vendedor, empieza por: ¿Cómo eres como cliente?, ¿te gusta que te vendan?, ¿cuántas veces compras algo porque alguien más te lo vendió, y no porque lo necesitabas?
Muchos deseamos que al ver nuestro producto o servicio, nos digan: “Sí, sí, sí, es lo que quiero, tú me ofreces lo que me gusta, lo que tú tienes, yo lo necesito”. Y para eso tenemos que empezar a transformar nuestro proceso de compra.
La solución para dejar de fracasar con tu negocio es: NO huirle a las ventas.
Aquí nos despedimos, pero cuéntanos: ¿cómo te sentiste?, o ¿qué es lo que pensaste de este tema?
Nos leemos pronto.
